
¿Sabías qué una de las etapas más complejas del ser humano es la adolescencia?
Los factores, tipos y consecuencias que los rodean es importante entenderlas así como lo que están viviendo y poder ayudarlos a prevenir y controlar conductas de riesgo.
“INEGI (2018), La cantidad de adolescentes en nuestro país es de aproximadamente 38 millones”
Los adolescentes representan poco más del 30% del total de la población; casi un tercio de los habitantes del país.
Si tomamos en cuenta la cantidad de jóvenes que viven en México, y consideramos que todos ellos están propensos a tener conductas de riesgo, podríamos entender la importancia de comprender esta etapa de la vida.
Como padres de familia, familiares o amigos quizá se pregunten ¿Aún es tiempo de prevenir? ¿cómo puedo evitar las conductas de riesgo en los adolescentes?
¡Nunca es tarde! te compartimos factores de protección y conducta saludable etapa tras etapa.
Infancia 4 a 7 años:
- Ofrecer amor incondicional y expresarlo verbalmente.
- Enseñarles, a través del ejemplo, comportamientos resilientes como la resolución de problemas.
- Reforzar normas y reglas.
- Alabarlo por logros, o por expresar su enojo sin estallar en berrinches.
- Animarlo a que sea agradable.
- Comunicarse a menudo con él para discutir sobre problemas cotidianos.
- Aceptar sus errores y fallas, pero al mismo tiempo orientarlo para que logre su mejoramiento.
- Darle consuelo y aliento en situaciones estresantes.
8 a 11 años:
- Usar límites, comportamientos tranquilizadores y observaciones verbales para que el niño maneje y module sus sentimientos.
- Generar oportunidades de practicar cómo lidiar con los problemas.
- Explicar claramente las normas y expectativas.
- Equilibrar las consecuencias de sus actos con cariño y comprensión.
- Motivar a que acepte la responsabilidad de sus actos.
- Elogiar los logros y comportamientos deseados.
12 a 16 años:
- Estimular el desarrollo de las capacidades de escuchar.
- Fortalecer la capacidad de manejar la rabia y las emociones, en general.
- Reforzar la capacidad de definir el problema de elegir la mejor solución.
- Fomentar la habilidad de reconocer esfuerzos y logros.
- Desarrollar la capacidad de comunicación de las emociones.
Esto evitará que tu hijo se vea rodeado en un entorno negativo, caiga en adicciones y corra algún riesgo.